Tiempos en pausa

Texto seleccionado para la antología del XIII Premio Manuel J. Peláez de Microrrelatos (2025)


Su bisoña inocencia provocó que desatendieran las advertencias que rebasaron. Corrían persiguiéndose, entre esos gritos que evocan el sabor a fresa y nata del júbilo, y las risas primaverales que prometen el tiempo infinito. Las decenas de mariposas que descansaban sobre las flores les invitaban a convertirse en pequeñas amenazas que teñían el cielo de aleteos multicolor a su paso.

Sus padres los miraban desde lejos, muy lejos en realidad, y a los niños les sorprendió que no les llamasen la atención por alejarse tanto. En la alegría de su juego incluso creyeron ver que ellos también sonreían.

Los adultos se mantenían inmóviles a pocos pasos de las señales indicativas, el temor intentaba que echasen a correr, mientras que la sensatez anclaba sus pies con un dolor que nacía desde las entrañas.

Optaron por el silencio para no contagiarles su pánico. Confiaron en que cuando regresaran, el mismo azar de aquel juego infantil que les llevó tan lejos, les hiciera también salir ilesos de aquel campo de minas.


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